BUENOS AIRES.- El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, aseguró que "hay resto para sobrellevar la producción" en el campo tras la caída en la cotización internacional de la soja y destacó que los precios de los alimentos se van a ir recuperando.
"Superados los estragos especulativos, se está dando la fórmula casi perfecta: demanda creciente y oferta casi restringida", puntualizó. Domínguez explicó que la actual cotización de la soja, en poco más de U$S 430 la tonelada, "es parte de la tan mentada volatilidad, la suba y baja de precios", pero resaltó: "el 80% de la soja argentina ya se vendió".
"Para el resto, el productor va a encontrar la mejor oportunidad en la recuperación de los precios", indicó, y afirmó: "eso ya está ocurriendo".
"Hay resto para sobrellevar la producción, porque los valores de los alimentos se van a ir recuperando", aseveró el ministro.
Con respecto a las lluvias registradas en los últimos días, destacó que en la zona núcleo de los cultivos "hay buena humedad en el suelo que permite avizorar el desenvolvimiento normal" de la siembra.
"Estamos preparados para seguir creciendo. En toda la proyección de producción para esta campaña, incluso las del sector privado, hablan de un crecimiento de 10% a 15% para la próxima cosecha", precisó Domínguez, quien aclaró que estos valores no forman parte de la estimación del Gobierno, "porque todavía no está confirmada". Destacó que el avance en la genética y en la biotecnología "ha sido extraordinario", y puso de relieve: "hay nuevos eventos que permiten semillas más resistentes para zonas áridas y semiáridas".
"La perspectiva para los próximos años es de crecimiento de la producción", remarcó, y subrayó: "el Plan Estratégico 2020 prevé un crecimiento de 60%". Por lo tanto, señaló que no hay ninguna señal que indique que la producción agropecuaria argentina no va a seguir creciendo.
Sobre la situación del sector, Domínguez citó al ex presidente Juan Domingo Perón, quien decía: "para saber cómo anda el campo, hay que fijarse cuánto vale el campo".
"En el interior se ve reflejado que se está viviendo un momento histórico para el sector agropecuario argentino, porque hay un proyecto nacional que así lo genera", precisó el titular de Agricultura.
En desacuerdo
El optimismo del Gobierno nacional no se ve reflejado en el campo tucumano. "Es posible que se haya vendido un 80% de la soja, como dice Domínguez, pero ese 20% que queda no es poco, y en muchos casos es la rentabilidad del productor, o el capital de trabajo. Pero el que hayan bajado los precios de la soja es algo natural, pero lo que no es natural es lo que sigue pasando con el trigo y con el maíz", dijo a LA GACETA el presidente de la Sociedad Rural de Tucumán (SRT), José Manuel Avellaneda.
"Debido a la política agropecuaria nacional, no pudimos aprovechar el 'fas teórico' (valor de referencia en Estados Unidos) para vender el maíz, que era de U$S 230 la tonelada antes de que empezara a caer el precio de la soja, y hoy los exportadores de granos nos ofrecen U$S 160 por tonelada para exportar ellos a U$S 220 la tonelada. No se entiende por qué el Gobierno nos hace esto", se quejó.
"El Gobierno nacional se plantea metas de producción y de exportación que creemos que son posibles de alcanzar, pero no vemos que se pueda lograr con la política agropecuaria en marcha, que es absolutamente favorable al complejo exportador, o sea, a los grupos concentrados que supuestamente se buscan combatir", finalizó Avellaneda.
"Superados los estragos especulativos, se está dando la fórmula casi perfecta: demanda creciente y oferta casi restringida", puntualizó. Domínguez explicó que la actual cotización de la soja, en poco más de U$S 430 la tonelada, "es parte de la tan mentada volatilidad, la suba y baja de precios", pero resaltó: "el 80% de la soja argentina ya se vendió".
"Para el resto, el productor va a encontrar la mejor oportunidad en la recuperación de los precios", indicó, y afirmó: "eso ya está ocurriendo".
"Hay resto para sobrellevar la producción, porque los valores de los alimentos se van a ir recuperando", aseveró el ministro.
Con respecto a las lluvias registradas en los últimos días, destacó que en la zona núcleo de los cultivos "hay buena humedad en el suelo que permite avizorar el desenvolvimiento normal" de la siembra.
"Estamos preparados para seguir creciendo. En toda la proyección de producción para esta campaña, incluso las del sector privado, hablan de un crecimiento de 10% a 15% para la próxima cosecha", precisó Domínguez, quien aclaró que estos valores no forman parte de la estimación del Gobierno, "porque todavía no está confirmada". Destacó que el avance en la genética y en la biotecnología "ha sido extraordinario", y puso de relieve: "hay nuevos eventos que permiten semillas más resistentes para zonas áridas y semiáridas".
"La perspectiva para los próximos años es de crecimiento de la producción", remarcó, y subrayó: "el Plan Estratégico 2020 prevé un crecimiento de 60%". Por lo tanto, señaló que no hay ninguna señal que indique que la producción agropecuaria argentina no va a seguir creciendo.
Sobre la situación del sector, Domínguez citó al ex presidente Juan Domingo Perón, quien decía: "para saber cómo anda el campo, hay que fijarse cuánto vale el campo".
"En el interior se ve reflejado que se está viviendo un momento histórico para el sector agropecuario argentino, porque hay un proyecto nacional que así lo genera", precisó el titular de Agricultura.
En desacuerdo
El optimismo del Gobierno nacional no se ve reflejado en el campo tucumano. "Es posible que se haya vendido un 80% de la soja, como dice Domínguez, pero ese 20% que queda no es poco, y en muchos casos es la rentabilidad del productor, o el capital de trabajo. Pero el que hayan bajado los precios de la soja es algo natural, pero lo que no es natural es lo que sigue pasando con el trigo y con el maíz", dijo a LA GACETA el presidente de la Sociedad Rural de Tucumán (SRT), José Manuel Avellaneda.
"Debido a la política agropecuaria nacional, no pudimos aprovechar el 'fas teórico' (valor de referencia en Estados Unidos) para vender el maíz, que era de U$S 230 la tonelada antes de que empezara a caer el precio de la soja, y hoy los exportadores de granos nos ofrecen U$S 160 por tonelada para exportar ellos a U$S 220 la tonelada. No se entiende por qué el Gobierno nos hace esto", se quejó.
"El Gobierno nacional se plantea metas de producción y de exportación que creemos que son posibles de alcanzar, pero no vemos que se pueda lograr con la política agropecuaria en marcha, que es absolutamente favorable al complejo exportador, o sea, a los grupos concentrados que supuestamente se buscan combatir", finalizó Avellaneda.